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EMJ, la Masonería y el Marxismo

Viernes 19. 05. 23

Mi querido Roberto:

Doy contestación a tu última como breve carta en la cual me aclaras, a petición mía, cual es la cosmovisión del reputado médico E M J.

Tú me das a entender que M.J. es un militante (o lo fue) de la Masonería debido a que, cuando se especializó en España, “contribuyó a refundar la Masonería y que es un “Supremo Comendador” de ésta.

Esa información responde a cabalidad a mi interés en saber cuál es su posición ideológica en el presente, siempre y cuando él se rija todavía por los lineamientos doctrinarios de esa entidad. Yo también tengo el interés de saber si él se interesa por el destino de los pueblos árabes hoy en día, atendido el hecho de que es descendiente de árabes por línea materna, aunque esa cualidad – ser descendiente de árabes – no garantiza de ninguna manera ser defensor de esos pueblos, cuanto menos si se es mayor de cincuenta (50) años, cuando los problemas y las angustias del diario vivir son diferentes a la relativa despreocupación de la década de los años 20-30, una década durante la cual creíamos que la vida nos seguiría sonriendo gratuitamente después de ese lapso.

Yo soy testigo de varios casos de trato con descendientes de árabes en este país, quienes en los años rosados se identificaban con el destino de los pueblos de sus antepasados, y siempre con el destino del pueblo palestino. Pero que si yo hoy los convido a interesarse por la Casa Árabe Dominicana (CAD), una asociación que dirigimos un grupo de demócratas dominicanos, ponen de inmediato los pies en polvorosa.

Pero, volviendo a la Masonería: se le debe reconocer el mérito de haber sido, desde el siglo dieziocho (18) hasta aproximadamente el 1950, (dependiendo del país de que se trate: ej. Europa sin España; la América Latina sin las dictaduras pro-católicas que hubo) un vehículo del progreso intelectual (no político) ya que vino a ser el principal bastión contra el oscurantismo eclesiástico. Ahora bien, la Masonería tiene un tufo religioso que se expresa en su principal doctrina del GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO.

Tiene igualmente una raíz religiosa la división de los asientos de sus líderes en las sesiones del TEMPLO en “oriente y occidente” ya que se puede preguntar qué es el oriente y qué es el occidente, o sea, cuál concepción religiosa o casi-religiosa oculta está contenida en los símbolos de “oriente” y “occidente”. A eso se debió que la Masonería no pudo resistir, después del 1950, el embate arrollador del Marxismo, o sea, no pudo competir en el mercado de las ideas ni con el Socialismo marxista ni tampoco con la filosofía positivista ni con el psicoanálisis, allí donde las “doctrinas secretas” de la Masonería podían interesarle a la psicoterapia psicoanalítica.

Después del 1950 las capas intelectuales que fueron educadas o influidas políticamente por el Marxismo se tornaron muy exigentes frente a las doctrinas que se ofertaban en el mercado de las ideas y tendían a rechazar aquellas doctrinas que no tuvieran en su centro un programa político-social para el cambio socio-cultural, así como también que la corrección de sus principales conceptos se pudiera demostrar empíricamente.

Yo recuerdo con agrado y devoción filial a mi profesor de filosofía en la desgraciadamente desaparecida Universidad de Santo Domingo (USD)

Juan Francisco Sánchez y Sánchez, quien era un masón de alto quilate, p sea “grado 33” (?)

Bueno, basta de Masonería.

Yo espero que en tu próxima carta, o en nuestro próximo encuentro, me des la gran noticia de que a tu esposa le está yendo mejor.

Abrazos de Mario

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