José Maria Bonetti Thomaschke (Casablanca, Marruecos)

Los últimos roces y fricciones entre los gobiernos de Madrid y Rabat que han culminado en una crisis diplomática importante, se deben al conflicto ya bastante conocido desde el inicio del tercer paso del largo y difícil proceso de descolonización de Marruecos a principios de la década del 1970. Es el papel que desempeña el conocido Frente Polisario en la política internacional que afecta al Reino de Marruecos. El escalamiento del conflicto de los pasados tres meses es consecuencia de la pasada hospitalización del líder del Frente Polisario Brahim Ghali, de 73 años, en un hospital en España. Contra Ghali existe una orden de detención en Europa por crímenes múltiples, incluso contra ciudadanos españoles. Ghali se encontraba hospitalizado en España “por razones estrictamente humanitarias”, según ha confirmado el Ministerio de Asuntos Exteriores español.

La aparición en 1970 de un partido clandestino separatista y opuesto a la entonces ocupación española, llamado Frente Polisario, desencadenó profundos problemas en el Reino de Marruecos. Este grupo político reclama la independencia de la parte llamada Sáhara Occidental de Marruecos y opera parcialmente desde territorio argelino y mauritanio. En el pasado atacó a puestos españoles de entonces con bajas de agentes, secuestros de patrullas, soldados y civiles, cosa que no se veían durante todo el proceso de descolonialización hasta entonces.

Todo lo contrario al comportamiento del Frente Polisario, que desde esos tiempos reclama dicho territorio como propio e independiente de Marruecos, el proceso de descolonialización siempre había sido un proceso pacífico basado en el diálogo y negociación entre Marruecos y España, debido a que en los diez años antes del abandono definitivo del territorio desertico marroquí llamado Sáhara Occidental, las relaciones hispano-marroquíes eran fructíferas. El territorio ocupado recibió un impulso desprendido por parte del Gobierno español en cuanto a la explotación de fosfatos, pesca, agricultura, etc., así como la formación de profesionales marroquíes para efectuar los trabajos correspondientes. También fue importante la contribución de España en la construcción de carreteras y medios de comunicación.

Según el último jefe de las oficinas gubernativas españolas y subdelegado de gobierno del anteriormente territorio ocupado, Miguel Ortiz, hoy presidente del Forum Canario-Saharaui, el pueblo saharaui (asi se llaman los habitantes del sur de Marruecos) :
«se identificó totalmente con la labor desarrollada por España y que la convivencia tanto juvenil en los centros de enseñanza de españoles y nativos, como en el trabajo en las distintas actividades profesionales, fue siempre de un trato fraternal respetando naturalmente las peculiaridades y aspectos religiosos de cada uno. Al final vivimos el sentimiento de la partida, pero como había sucedido en todas las colonias africanas, tenía que llegar el momento de descolonización y la ONU estaba urgiendo a España que cumpliese con el mandato internacional ».

Obviamente es chocante y alarmante para Rabat, que precisamente España, historicamente pais afectado por la violencia del Frente Polisario, en cual existe una querella contra Ghali por delitos de genocidio, asesinato, torturas y desapariciones, reciba y albergue a Ghali por « puras razones humanitarias », sin someterlo a la justicia.

Se sostiene que es un golpe en la cara por parte de un vecino próximo, aliado e importante socio comercial, que en el conflicto con los Catalanes recibió desde un principio el apoyo de Marruecos en favor de la unión española de forma clara y contundente.

“No podemos luchar contra el separatismo en casa y fomentarlo en casa del vecino», así Rabat.

Pero el conflicto tiene carácter internacional. Ghali no pudo haber viajado a España sin apoyo del Gobierno en Argel, que le facilito salida por un aereopuerto en su territorio. Hecho que enfada a Marruecos al máximo, ya que sostiene una disputa con su vecino por el apoyo que le brinda al Frente Polisario buscando sus propios intereses geopolíticos y económicos en detrimento de las relaciones bilaterales. Pero el problema básico es que España no reconoce la integridad territorial marroquí, aun que se conoce la historia de colonización de Marruecos. Se sabe, y no existe ningún documento o prueba que pueda mostrar algo contrario, que fueron las poblaciones del Sáhara las que fundaron antiguamente la dinastía de los Almorávides, que fueron sucedidos por la dinastía Cherifiana Alauita, que hoy en dia es símbolo identitario de la nación marroquí.

Antes de la colonización y la imposición del protectorado a Marruecos por Francia y España, hecho politico que se decidió en la conferencia de Berlin de 1884, asistida por 14 países europeos y los EEUU, pero por ni un pais africano, la nación Cherifiana era totalmente soberana, independiente y unida. El territorio del Sáhara siempre estaba bajo soberanía marroquí. Nunca hubo alguna entidad separada de Marruecos.

Casi cien años después de la conferencia de Berlin y durante el proceso de abandono de los últimos territorios marroquíes del Sáhara, ocupados por los españoles, en 1975, Marruecos declara la definitiva descolonialización de su Reino y vuelve a tomar poseción de sus tierras vía la famosa marcha verde, de forma pacífica y desarmada bajo alta participación del pueblo y en concertación con los habitantes Saharauis.

Reclamar dicho territorio por parte de una organización político-privada altamente en duda cuestionada por sus fuentes financieras, prácticas y vínculos con otros países interesados, esta fuera de contexto y no cumple en absoluto con los requisitos para ejercer el derecho de autodeterminación de los pueblos según la Carta de las Naciones Unidas.

Miguel Ortíz, presidente del Forum Canario-Saharaui acerca de las aspiraciones de autodeterminación del pueblo Saharaui :

En ese sentido, contrariamente a lo que el imaginario colectivo cree, el pueblo saharaui no solo es el que permanece refugiado en los campamentos de Tinduf bajo el férreo control del Polisario, también es el que vive prósperamente y de forma voluntaria en las ciudades bajo administración de Marruecos (Aaiún, Dajla, etc.), o los que viven fuera, como por ejemplo la importante colonia que reside en Canarias. No todos son partidarios de la autodeterminación y muchos de ellos abogan ya por la autonomía como solución posibilista a corto plazo, aunque el aparato de comunicación del Polisario haya calado a fuego el mensaje de la autodeterminación en la opinión pública internacional, especialmente en España ».

De hecho, en el 1976, El Frente Polisario proclama la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Una república que solo existe en papel, porque no existe ni una economía apta para sobrevivir ni una infraestructura adecuada para satisfacer las necesidades básicas de la población. El total de habitantes, incluyendo aquellos que se consideran marroquíes, y que en gran parte viven en las zonas controladas por Rabat y no apoyan al Frente Polisario, apenas superan los 500.000. Acerca de 170.000 viven en centros de refugiados, gobernados por el Frente Polisario con brazo mano de hierro en zonas fronterizas con Argelia, para así justificar la existencia de una población en defensa que defiende de un supuesto derecho de autodeterminación, que no es nada mas que una masa de rehenes del Frente Polisario, de cuales muchos son provenientes de África Subsahariana.

Hoy en dia, la así llamada RASD es reconocida por apenas aproximadamente 40 paìses mundialmente, sobre todo por paises africanos y latinomericanos sin mayor importancia política internacional, en contra de mas de 160 países que no la reconocen, por las razones explicadas. Como otros conflictos en el globo, el problema del sur de Marruecos solo puede ser resuelto mediante la renuncia de la inferencia política de otros países, que directa o indirectamente se aprovechan del conflicto, con la finalidad de conseguir ventajas geopolíticas o comerciales, visto que en la zona en disputa existen recursos naturales y acceso al océano atlántico.

Por lo visto y vivido en este amistoso país, según puedo constatar en mis relaciones cotidianas con los ciudadanos, estos se toman muy en serio y perciben con mucha pena las actitudes del actual Gobierno español y se solidarizan con la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH) y la Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo (Acavite), que exigen la detención inmediata de Brahim Ghali, por tener cuentas pendientes con la justicia española por supuestos delitos que incluyen genocidio, terrorismo, asesinatos, secuestros masivos y desapariciones de tripulaciones en alta mar de marineros canarios en las décadas del 1970 y 1980.

José Maria Bonetti Thomaschke (Casablanca, Marruecos)